viernes, 7 de octubre de 2016

KENIA MÁGICA


      Como es un país que nos quedaba un poco fuera de mano para ir con nuestros "hierros", decidimos contratar un viaje organizado con Gustavo Cuervo, alquilando allí las motos y así estar más despreocupados.

      Íbamos a ser un grupo de 4 parejas  y 2 guías, aunque por circunstancias, el grupo de 6 amigos  se cayó a última hora, lo que hizo que tuviésemos un viaje personalizado  a la carta. 


DÍA 1.-  NAIROBI

      Una vez acomodados, lo primero que hay que hacer al llegar a cualquier lugar es controlar la cerveza que deberá estar muy "baridi" (fría en suajili). Víctor Astray nos enseñó las motos, firmamos papeles y nos acojonamos sobre las condiciones y pagos ante posibles daños, aunque también nos tranquilizó ya que en el caso de "romper" la moto sólo pagaríamos una pequeña franquicia.  Pasamos unas buenas risas con las aventuras que nos contaron tanto Gustavo como Víctor.


DÍA 2.- NAIROBI - ABERDARES

      Saliendo de Nairobi con un tráfico infernal,  nos vamos haciendo a las motos a marchas forzadas.  La conducción por la izquierda en glorietas y los giros a la derecha mi cabeza no los asimila muy bien de momento, por lo que  habrá que ir "pole pole" (despacito)

         Tanto en medio de la calzada como en los bordes, se reúne cantidad de gente intentando venderte agua o frutas. 

     Cada vez que paramos en el arcén, gasolineras o cualquier otro sitio,  nos vemos rodeados de gente impresionada por las motos que no cesan de hacer preguntas. Ellos conducen "piki piki" (ciclomotores) y no acostumbran a ver motos grandes.

      Intentan hacer todo tipo de tratos para que les cambies la moto o les dejes dar una vuelta. "Asante Sana" (muchas gracias en suajili) pero va a ser que no.

   


Me hace mucha gracia cuando veo a Juan conduciendo por la derecha. Le viene una "matatu" (furgoneta que hace de taxi colectivo) en frente y él más se mete hacia la derecha hasta que por fin se da cuenta y cambia drásticamente de carril.

   El Hotel estaba situado en una parcela de 500 hectáreas en Mweiga, habitada por impalas, cebras, jirafas, facóceros y algún leopardo. 

      Al final del paseo salimos por donde estaba éste cartel, que advertía sobre la prohibición de pasear sin un guía por la peligrosidad, no sin antes una pequeña gran bronca del vigilante.




DÍA 3 .- ABERDARES - LAGO BARINGO

    Rodamos por carreteras de montaña hacia el noroeste buscando la falla del Rift Valley, con vistas al monte Kenia, haciendo parada en  Tomsom Falls (famosa cascada de Tarzán)



 
     Steve Ndolo va en el todoterreno de apoyo y nos reímos un montón con él porque  se va defendiendo con el español . Cualquiera que se te acerque es muy amable y siempre lleva una sonrisa en la cara.

      Por ésta zona encontramos varios termiteros, alguno de ellos muy grande. Me temo que alguien se va a llevar alguna termita en el casco.

      Ésto se va poniendo muy muy  interesante y estamos muy contentos.

   


                                                                                   
       Hoy dormimos en el campamento de la isla del lago Baringo en un tienda de campaña y para ello tuvimos que rodar unos 2 km por una pista endemoniada con unos pedruscos y unos saltos de la virgen santa!!!

      Sudé tinta de la buena  porque fuimos por el peor camino que había, aunque en realidad,  era el que indicaban las flechas y por donde nos señalaban los lugareños.






       Estaba echando de menos las pistas, pero   con éstos 2 km tengo más que suficiente para todo el día.

      Nos llevaron al campamento en canoa y dormimos en esa tienda de campaña  muy cómodamente, en una cama grande, con su baño completo para hacernos más confortable la estancia.

       Que puntazo es estar en una isla de Kenia aislado completamente del mundo sin cobertura de ningún tipo y con tan solo 4 personas más, escuchando únicamente el canto de los pájaros.




DÍA 4 .- LAGO BARINGO - SOYSAMBU


     Madrugamos mucho y antes del desayuno nos llevaron a dar una vuelta en canoa alrededor de la isla, pudiendo ver infinidad de aves de todos los tamaños y colores, alguna que otra iguana, un par de cocodrilos y hasta pudimos adivinar las cejas de un par de hipopótamos sumergidos entre los troncos que asomaban sobre el lago. 

      Las gentes nos saludaban desde los pequeños poblados "Jambo" (hola) y fue interesante ver algún que otro baobab y el agua hirviendo en alguna zona debido a que el lago se encuentra sobre una fosa tectónica.
     

     Cogimos las motos al lado del embarcadero y pusimos rumbo hacia Soysambu Conservancy siguiendo al coche de apoyo con Steve al volante que nos condujo hacia la carretera por bastante mejor camino que el del día anterior.



        Juan suele conducir detrás de mi para tenerme controlada y así estar despreocupado, pero ello supone que a veces le entorpezco, le freno, le estorbo, le fastidio, le dificulto,  le obstaculizo y le complico la conducción jajajajajaja,  por lo que, de vez en cuando,  me adelanta, se emociona y tal día como hoy, casi se estampa contra un coche que se apareció de la nada  durante un adelantamiento. 

Unos 4 km de pista para llegar al hotel y vamos calentando poquito a poco.

     
       
          La gerente del hotel es nuestra "rafiki muzungu" (amiga blanca) Neta, es keniata y una apasionada del enduro  que además rueda muy bien.

            Nos contaba muy expresiva y orgullosa alguna de sus aventuras de adolescente, cuando cogía la moto y a su hermano menor y no aparecía en 3 días por casa, después de haber vivido todo tipo de aventuras y llegar llena de barro hasta las pestañas.

      Después de la ducha nos llevó al lago Elmentetia para ver la puesta de sol con unas garimbas y nos fue explicando un montón de cosas entre las que apenada y con lágrimas en los ojos, nos contaba que están acabando con los animales en Kenia. Parece ser que la caza furtiva está muy controlada, pero el crecimiento poblacional es tan acelerado, que se va ocupando cada vez mayor extensión de terreno para los cultivos y el pasto de los animales, arrebatando de ésta forma terreno a los animales, que quedan rodeados o bloqueados por las granjas sin poder migrar.




DÍA 5.- SOYSAMBU - MASAI MARA



           Hoy cogimos otra vez la carretera que va a Uganda pero ésta vez en sentido contrario. Es una carretera  muy peligrosa por la gran densidad de tráfico. Hay que ir "pole pole" (despacito) y sólo tienes dos opciones durante los adelantamientos, tirarte al arcén o que te tiren ellos. Impera la ley del más fuerte y si no te quitas te pasan por encima. Un par de sustos de los gordos me llevé .






     



         Hasta ahora rodamos mucho por asfalto pero hoy llegó el día grande y nos metimos nada menos que 80 km de pistas hasta llegar al Kilima Camp donde dormimos. Tramos muy complicados en alguna zona, pero se fueron salvando poco a poco. Además Gustavo me decía que eso era trail de iniciación, supongo que para animarme.










         Es divertido porque por fin estamos inmersos en el África profunda y vemos montones de manadas de vacas, cebras, búfalos, cabras, antílopes, ñues, casi mezclados todos entre si. 


        En los hoteles te reciben con una abrumadora hospitalidad, ya que te esperan para ofrecerte una bebida,  e incluso unas toallas mojadas con olor a menta o romero para refrescarte la cara.

       
       



             En varios hoteles nos encontramos una bolsa de agua caliente dentro de la cama que se agradecía un montón ya que hacía fresquillo durante las noches.











DÍA 6.- MASAI MARA


          El parque nacional  del Masai Mara es uno de los mejores lugares de Africa donde realizar un safari. Allí   se rodó "Memorias de África"  y el parque es la prolongación natural del  Serengueti en Tanzania.


      Hoy me levanté con unas ligeras agujetas por todo el cuerpo pero estoy encantada de la vida por estar aquí desconectada del resto del mundo.

      Los 80 km de pista de ayer sólo eran un calentamiento para los 96 de hoy. Absolutamente nada de asfalto. Reventada pero feliz.

      En éstas fotos de la izquierda bajamos por una pendiente de arena donde me venció la moto pero pude sujerla antes de que llegase al suelo a la espera de que Juan viniese a ayudarme.





            Estuvimos       un      buen      rato   en  la     manyata (poblado)   masai    bailando    y    saltando.     Nos     enseñaron    las    cabañas,   hicieron  fuego  y  se divirtieron  subiéndose a las motos. 

        Uno de los adultos hizo cantar a los niños aunque no lo hicieron con mucha gracia, cosa que no me extraña mucho. Justo antes de irnos de la aldea les llevé unos regalices y gominolas y no veas como cantaban los condenaos.

          Es todo un lujo poder disfrutar con ellos sólo nosotros tres, sobre todo teniendo en cuenta que el parque recibe 300.000 visitas que generan unos 16 millones de € anuales.  Supongo no interesa limitar el exceso de turistas para proteger el ecosistema.




      El coche de Steve no arranca !!!! Que pena no tener una foto de los masais empujándolo

      Los que me conocen saben que tengo cierta tendencia a la caleya. Pues he de comunicaros que no tenía ni idea de lo que era una caleya!!! La virgen!!! Nunca había sudado tanto!!!!

       Hoy nos tocó rodar por alguna zona de arena y puedo decir que no me gusta. Es un descontrol absoluto pero lo que siempre dicen.... GASSSSS






           Juan me adelanta durante algún tramo y lo veo demasiado emocionado. En una que le da por mirar hacia atrás buscándome, zas!! al suelo jajaja si es que  lo estaba pidiendo.  Ya puestos, y metidos en arena, zas!!! otra vez jajajajaja Aquí tenemos una foto recolocando la palanca de cambios en el taller.


       Dormimos en Sekenani Camp y hay que decir que uno se acostumbra fácil a que le cuiden tan bien. Es habitual tener una hoguera esperándote con una cerveza que hace que te evadas más todavía.

        


DÍA 7.- MASAI MARA

          


   
        Hoy tocó safari en todo terreno para poder acercarnos a determinados animales ya que en moto está prohibido por la peligrosidad. Además no nos apetece poner a prueba la velocidad de las motos con un guepardo por ejemplo.

      Suponía que me iba marear por el estado de las pistas y así fue. Las sacudidas en el coche son agotadoras y tengo ganas de vomitar.







                                                                                     
             
           Es una pasada ver tantos animales y tan acostumbrados a los coches.  La verdad que somos pocos visitantes y se me ocurre pensar que en julio y agosto tiene que ser horrible por la masificación.

           Los rangers vigilan que no te salgas de las pistas ni del coche y Steve no ponía muy buena cara cuando Gustavo le pedía que lo hiciese 

         Durante éstos día no fuimos capaces de hacer una foto chula con las motos cerca de una manada de jirafas y precisamente hoy, que no tocamos las motos, nos encontramos con un grupo de ellas entre acacias 300 metros antes de llegar al hotel. 




            En los hoteles los "askari" (vigiliantes) te acompañan a tu habitación ya que está terminante prohibido deambular solo durante la noche. Precisamente en éste hotel escuchamos el gruñido de un león muy cerca. Me pregunto lo que hará el askari en caso de ataque, únicamente con un palo.

             Ya en la habitación me daba la risa por el susto que llevé cuando me encontré con el askari al lado. Era tan negro que se confundía con la noche y no lo vi hasta que lo tenía encima.






DÍA 8.- MASAI MARA - NAIROBI

   
        El desayuno fue un poco atragantado con los ojos llorosos por la tristeza de que el viaje se acaba pero todavía nos quedaba mucha pista por delante así que "Vamonossss".

        Hoy dos muchachotes grandes y fornidos se hicieron caquita al pasar entre una manada de búfalos, jajajaja.  Steve fue haciendo sitio con el todoterreno suavemente para no enfadarlos pero la situación fue un poco tensa. 

              Al parecer el búfalo es considerado  el animal más peligroso de África ya que con su tonelada y media de peso puede atacar rápidamente y hasta los leones lo evitan. Por supuesto, ésto lo descubrí después.


         


           Km y km de tole ondule (terreno ondulado como la uralita) que te desmanga la moto y te hace trizas el cuerpo, que vamos   esquivando a tramos por los caminos laterales. La virgen!! lo prefiero a la arena.

       Tramos de "fes fes", polvo fino como el talco que resulta bastante peligroso porque cubre los baches y no ves la profundidad, provocando cantidad de accidentes.

     



          Es surrealista llegar a una gasolinera,  y que se te presente un keniata  más moreno que el café, diciendo llamarse  Alejandro y ser de Barcelona, cantándote para venderte su disco. Fue quien nos advirtió de que mi moto tenía la rueda trasera pinchada  y en un momento nos la estaban reparando en un taller que había allí al lado.

          Durante la espera, dos currantes que tenían un motor desarmado se lo pasaban en grande coqueteando conmigo, guiñándome el ojo y tomándome el pelo mientras los demás se reían. Mejor no saber lo que me dijeron.
   
        Cuando nos íbamos un espontáneo se subió conmigo en la moto con la intención de que lo llevase a dar una vuelta.






            La llegada a Nairobi fue estresante porque nos fuimos a meter en pleno centro de la ciudad en un caos circulatorio impresionante que nos retrasó un montón. Tuvimos que pedirle a un piki piki que nos llevase al destino, para hacer una comida rápida, improvisando una ducha en casa de Neta para ir corriendo al aeropuerto a coger el avión de regreso, despidiéndonos de los campamentos, de las hogueras y de la brutal experiencia que vivimos durante unos días.



1300 km en moto, casi 300 de pistas y mucha diversión


3 comentarios:

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  2. Cuando lo vuelva a releer.......... :-)

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  3. Precioso reportaje Karmen. Un sueño más, hecho realidad.

    Hay muchas fotos de no puedo ver. Es por algo??

    Me hubiese gustado ver una de esas puestas de sol que tanto se venden como reclamo.

    Ya hablaremos del viaje Vss

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